La carta que nunca te envié

Uno pasa la vida conociendo personas, lugares, escuchando y viendo

Pero no todos sospechan que la primera persona que deben conocer
es la que los vio en su lecho de vida

Algunos van llegando a viejos y aún no conocen,
de éste
que no es un secreto
pero que tampoco está a la percepción de todos

sé que estas esperando desde hace tanto tiempo
a que te diga o escriba algo
mas que todo en las fechas más importantes para el resto, y todos
pero es que no me rijo jamás por los calendarios
ya que la inspiración y el oficio
no conocen de números sino solo de momentos oportunos
en donde se juntan,
hacen el amor,
y así nacen estas líneas,
siendo yo, solo un instrumento utilizado por los dos
para traducir su acto en palabras

quiero escribir hoy la carta que nunca te envié
tal vez por miedo porque en ese tiempo no era tan chico
como para entender que si brotaban palabras
del corazón a la pluma
no ibas a resistirte a volver en menos de lo que cae una gota salina al papel
entendía la situación, conocía a las personas  
que se alineaban para que te quedases 3,385 días y una noche, esta noche, que te siento más lejana que nunca;
en un auto exilio involuntario
en contra tuyo, pero más que todo o nadie, en contra mío

Ayer vinieron por mi esas imágenes
imágenes que se repiten constantemente en mis sueños, pesadillas
cuando estábamos acostados en la cama;
 tú decías que tenias que irte y que iba a ser muy poco tiempo
 que no me iba a dar cuenta
yo te seguía el juego para que no te pongas triste
primero fueron 4 años, llegaste
            yo pensé que era para siempre
después fue 1 año más
            yo pensé que era para siempre
luego 4 años
             sé que no encontraste al mismo
al que jugaba a la pelota
que te acompañaba en la moto al centro
que no se quería tomar la sopa
            o al menos eso sí.
4, 1 y 4 que sumados dan 9
Y pregunto
            Madre ¿Qué son nueve años?  


Rastrillar y preguntarse el tal vez, el quizás
como hubiese sido si tu mano, tu suave mano
secara una lagrima, la primera vez que me enamoré
            no tiene sentido
como hubiese sido si una sola oración tuya, con tu melodiosa voz
atravesara mi sueño para levantarme e ir a estudiar
            no tiene significado
o si hubieses curado mis heridas
el día en que me caí de de la terraza
en un intento de alcanzar el otro lado
pensando que Ecuador era una isla,
el océano que nos separa un charco de lodo
y Europa la tierra prometida de la que tanto hablaban, pero poco conocían   
            ¿para qué? 
y si me hubieses respondido todas esas preguntas
acerca del amor
                        la vida
                                   la familia
                                               los amigos
interrogantes que siguen aún marcadas en mi alma
pero que ya no me atrevo a formular
y por eso las cubro bajo la piel
excepto una que recuerdo a diario
                        madre ¿que son nueve años?

pero seguro es que gracias y no, a todo
es que estos versos tienen vida y hablan por si solos
por mi y por ti
no sé si he terminado este poema
porque si dependiera solo de mí, lo escribiría por siempre
pero sé que en ningún lugar de esta vasta tierra
no encontraré otra madre como tu


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