Quizás por qué


I
porque en tu paso acelerado, el ritmo ligero que retumba en tus talones
porque en el atuendo, el luto como la noche esperada
porque mañana no será igual que hoy y somos propensos a eso
porque ya reíste y agachaste la mirada
porque ya escribimos en las etiquetas de las cervezas
porque usamos nuestras armas para hacer la paz
porque ya no somos los mismos y eso, mejor aun
                                                                           podemos ahora releer nuestros cuerpos

encontrar nuevos lenguajes
y seamos, el idioma nunca hablado


Ending

Los Magos, Los Acróbatas, Los Clowns
Sui Generis

ha llegado la hora más próxima a la aurora
los coros cantan un final apocalíptico
es la ultima escena que quedará en el inconsciente colectivo
es el acto que mantiene al público aniquilado en la butaca
la banda tocará como si fuera la última vez
los instrumentos, listos se acomodan la corbata
y los protagonistas esperan tragarse el corazón de la gente



Teogonía



En el principio estaba de un lado la nada y del otro estaba yo, con 7 días de no haberme bañado, emanaba un olor fétido, nauseabundo; también había acumulado grasa en los parpados, detrás de las orejas, en medio de los dedos de los pies; entonces pasé sobre mi cuerpo una toalla, restregué en lugares nunca explorados y cuando ya al final el trapo estaba totalmente cargado de mugre, entonces la tierra, entonces las montañas y la selva.  

Resfriado había permanecido en cama esos días, con lágrimas, mocos y flema fue entonces cuando al primer estornudo, una masa verde y gigante cayó sobre la tolla y de allí, los mares, los ríos y océanos; repletos de espesor contagioso y amargo, como la sal que se respira a la orilla de una playa y la que se prueba cuando entras al mar.

Entonces tuve la suficiente fuerza para levantarme e ir al baño a calmar mis instintos animales y los hice, aliviado, nuevo y liviano, regresé a la cama y se me antojó quizás masturbarme un poco, entonces lo hice, fue placentero pero con ello, lo poco que tenía de energía se fue con el público que salía de mi glande, millones y millones de seres se decidían a partir hacia un nuevo mundo, entonces cayeron en la tolla con mugre y flema, y de allí, la humanidad. 

De estos engendros, las familias; vivían primero en pequeñas comunidades a las orillas de las flemas, les gustaba bañarse en ellas, hacer una que otra gárgara y luego escupírsela a su compañero; tener una vida tranquila y surfear por las tardes, esa era la vida que tenían, prospera y tranquila. 

Luego vinieron gentes extrañas del norte, de la mugre empinada, bajaban enojados y molestos, estos tenían otro modo de vida, les incomodaba mucho el sol, trabajan en minas por lo menos 12 horas al día, comían piedras y tomaban muy poca flema, la deshidratación era una las principales causas de muerte. Entonces bajaron donde los muy perezosos hippies de la costa y les ofrecieron mugre, tierra, capitalismo, edificios, hoteles, moteles cinco estrellas donde podrían pasar la noche por solo diez dólares con la persona que quisieran y nuestros hippies aceptaron, todo a cambio de un poco de ese liquido espeso y verde.

Comenzaron las construcciones, entonces cada vez más los costeños se sentían amenazados por las grandes maquinarias, vehículos que movían grandes cantidades de tierra con sello “Uña y Mugre Construcciones” llegaban cada día más y el encargado de la obra, un gran hacendado de tierras en la colina, era un magnifico empresario y negociante, no había nadie en toda la zona que no haya hecho negocios con él, fue por eso que los hippies comenzaron a desconfiar de él, ya que habían escuchado rumores de que en la zona de los volcanes, él provoco el derrumbamiento de un sector y murieron muchos hippies obreros.    


Paso poco tiempo; los hippies se organizaron pero como eran un grupo naturalista, vegetariano y libre de organizaciones burocráticas nunca tuvieron un líder que los respaldara en lo que ellos estaban y no de acuerdo entonces hicieron una gran marcha pacífica en donde todos hablaban por todos, todos gritaban por todos, hippies intelectuales, artistas, escritores.
Hasta que llegó el día de que el dueño de “Uña y Mugre Construcciones” tendría que hablar con él, se reunieron, Don Uña y Mugre ofreció un café, los hippies dijeron no -tomamos mate- está bien y fue en ese instante en el que me decidí por coger la toalla tenderla, mojarla, limpiarla y dejar de jugar a ser algún tipo de dios que quizás no controla las situaciones y sin embargo permanece inmóvil mientras las observa.

Cólicos

Entonces toda promesa de luz fue mar adentro
Ernesto Carrión


I
Digiero en mi estomago un carnaval donde a medida que sopla el tiempo
se torna un ruido expulsado por mi ombligo
es esta fiesta multiforme que madruga, se acuesta tarde y en ocasiones, ni descansa
la siempre presente sensación de querer vomitar escarabajos por un oleoducto
y la siempre exquisita manera de evitar que se me salgan por la nariz
es este chuchaqui diario que permanece en la clandestinidad de los días
y está allí
               y te veo
queriendo adueñarse de este cuerpo, abatido y desorientado
es el desayuno cargado de incesantes martillazos en el tórax
siento que explota
          que estalla dentro


es la tarde aglutinada alrededor de divagaciones enfermizas 
donde lo único que cabe es la sospecha
                                                             y la duda


es la copa de vino por la noche, embriagadora y mortal,
que acrecienta su rastro por cada vez que los parpados envejecen
como un eclipse exhausto


II


y agarro con mis manos la cabeza decapitada
y respiro -inhale/exhale-
pero se mantiene firme y me acostumbro
porque si no me acostumbro, enloquezco
o terminaré viajando a Perú y luego a Santiago y así hasta llegar a algún lugar inhospito
donde no me encuentre -entre las montañas las olas la arena-
esa detestable irritación que llevo en mi columna
y no regresar
y ser anónimo
y cambiarme el nombre por Raúl Alfredo
como ya lo hice una vez


III
Entonces embarazaré este cuerpo para abortar los cadáveres malignos
iré a buscar sanación a los templos donde habiten sectas dedicadas a la brujería
caminaré lo suficiente para dejarme a mí mismo en la carretera
y ser atropellado por un bus rumbo al Averno
rascaré mi piel para que sea puesta en venta como alfombra
venderé mis intestinos para dejar de hacer gárgaras con ellos
y apostaré las emociones en casinos arreglados
para algún día al fin
no sentir nada
y
    ser
           piedra


Yo

Oh love sweet love, I know there´s a way
to help us blow below one flame
Yeah, your hand it caresses all
you remind me of a scene of a sad dream
to a place which appears
will you run with me?

Robi Draco Rosa

El loco, el romántico, el cantante, el artista, el apasionado, el que lo dio todo y aun cree que puede dar más
el que lleva la furia apretada en los dientes y la sutileza en la destreza de sus manos
el que tiene todavía ese corazón en sus manos, el que respira diariamente veneno y lo inhala y lo exhala
y no pasa nada
y no pasa nada
el que se mantiene en pie, sembrado en la tierra como un árbol, como un ceibo sin enfermar
el que no se inmuta, que no se impacta, ni se aterra. ni se asusta
que no se la cree, ni se la creerá y se muestra lúcido, vistiendo de camisa para encontrar la formalidad
que espera impaciente, que espera ya no sabe qué pero que espera porque sabe que el tiempo le debe más de lo que le ha quitado y se mantiene con una risa a medias, casi enferma, casi demencial  
el que baila a son de una salsa de Hector Lavoe o de aquellas canciones de Robi Draco Rosa, tan escuchadas, tan repetidas, que grita con Grita de Jarabe de Palo y el que toca la guitarra porque descubrió que no hay mejor cosa que hacer sonar un instrumento al ritmo de su alma y quizás con eso conseguiría ganar un amor, de esos con los que sueñan los hombres.
el que ama a toda costa o mejor no ama, el que canta susurrando en tu odio mientras penetra en lo más profundo de tu alma/sexo donde está escondido mi nombre junto al tuyo
el vagabundo por el mundo, en esta ciudad zoológico, buscando/te buscando/me en las pistas de calles desérticas.
aquel depravado de tu sexo, que te llevó a la locura y a la cordura en cuestiones de segundos, del amor al odio, del beso al llanto, de la vida a la muerte y te trajo de regreso, aquel que te hace respirar vida cuando no puedes oler más que dolor, soy el que mintió por amor, el que escupió al cielo y la saliva le cayó encima. El que todas las noches vomita un par de versos para no morir ahogado en sus propios delirios y expulsarlos. El que todas las noches se acuesta afligido por los mismos acordes que te afligen, el que sabe que todo es un mal sueño largo, una tonta película de espanto y que pronto cuando despierte de aquella onírica pesadilla, volverá a descubrir los lunares como islas en la blancura de tu campo, volverá a tocar esa guitarra imaginaria y escribirá de nuevo, esta vez primero, ese diario sin nunca acabar.


Este es mi ataque

Se han apagado tus versos, poeta
quizás la vida se vive y otros no hacemos más que escribirla
donde te encuentras, gitana del gitano, hoy cumple años de muerto tu hombre
y parece que no escribirás nada para él
hasta cuándo puede durar ese odio, ya las cobraste y sigues cobrando
esto no es un ataque, ni mucho menos una estrategia
estoy soy yo
observando de perspectiva, al pie del patíbulo.

Fito Paez y Andrés Calamaro dicen mucho, el problema es que nos atrevimos a hablar poco
y fue por este mismo medio que perdimos el hilo del asunto y todo no fue más que caos
todo por no ser pragmáticos, maduros y directos y jugar a "adiviname el verso", un error realmente.
Gustavo Cerati y Sui Generis pueden acompañarte en las mañanas
a escondidas, tu quédate en las estrofas, que los coros son míos
como ese dúo que formamos y guarda las canciones en ese forro de guitarra prestado

Cuando estés lista, conoces las direcciones y números, te esperan los libros, las canciones, la guitarra, el álbum, el sexo y Yashica, al igual que allá me esperan los discos, las películas, el diario, las pinturas y otra guitarra; tu sigue con tu viaje, que yo haré el mío y este tiempo nos será útil para luego volver a escribir en los muros, escuelas e iglesias de esta ciudad, otro diario, otra receta, otro remedio.

http://www.youtube.com/watch?v=9X0CAhuB7dY



Repercusión

I
Aun te toco, ilustre mía
permaneces suspendida sobre esas escalas mayores con las cuales te di voz
sobre la cuerda que me puse al cuello y estrangula en la fragilidad de mi garganta
ya no tengo manos
ni el mismo entusiasmo al componer
no regales a tus hijos hasta que no se componga la ultima estrofa, gritaba mi útero y decidí degollarlo
entregarlo en un bossa mal entonado
que ahora grande, encara, me enfrenta, no perdona y maldice al padre porque es un engendro sin razón de existir, reclama a su madre y no sabe que esta ya no existe
HAGAMOS UN TRATO SATAN
te cambio mis manos por un corazón nuevo
llévate con ellas, la habilidad, la destreza, las ganas de morir
para no volver a intentar hacer otro bossa suicida
ni con los pies o la boca
ni los necesito, ni los quiero
llévate mis manos y a cambio dame un cuerpo, una imagen nueva.

II
Mejor no y obsequiame un hacha
para huir como tantas veces quisimos, entre la vegetación
Amazona.
esa selva maldita y al mismo tiempo santa, virgen por siempre para estas manos que deseo mutilar
Soy hereje
echen mi cuerpo a la hoguera, quemen conmigo, mis versos y mis seis cuerdas guindadas en la habitación esperando a que decida de cual colgaré mi cabeza, echen los oleos y quizás les sirva como material inflamable para avivar el fuego, echen las cenizas en la terraza donde inició este big bang que hoy no es más que repercusión
y no termina
y no termina
y no termina



Mañana de mañana

Quiero levantarme de esta deliciosa languidez
esta que cual moco se pega a las sabanas
esta que se tatúa en la jornada diaria
esta que ya no le importa la fecha ni la hora

Perplejo voy quedando a medida que pasan los días
y la vida
es esa sombra que persigue a sus victimas en el aguacero de la noche
y la muerte
es aquella que amenaza a sus victimas diariamente ofreciéndoles calma
y los poetas
son ellos los que cierran tratos con la angustia todos los días y no se dan cuenta de que en cada uno de ellos, van dejando más de lo que pueden ofrecer

Escribir para no pensar, pensar para morir, escribir para sobrevivir, sobrevivir para con suerte volver a nacer
entonces quiero ser feto, quiero ser génesis, quiero ser big bang y lo intento así, escudriñando versos en la languidez de esta mañana, tan espantosa, tan de susto.   

De paradas y estaciones

Mas allá del horizonte, la llanura nos espera
Gustavo Cerati

Eres la acción y no reacción, eres la estación en las rieles de esta vida tan vertical y de bajada que termina de hacer su recorrido en el horizonte de tu sonrisa.
Eres el sol y esa luna que con frecuencia nos amenaza y atropella con lucidez; por las noches, cuando todo está en calma; somos espacio, tiempo en pausa, drama y comedia.
Nos encontramos en este y no otro, camino al sur, a donde nos lleva este fulminante transporte iluminados por una esfera embarazada de luz
Por ahora, permanecemos suspendidos en este decir y no decir, en este hablar y no hablar, en este juego tan elemental y necesario.
Tendré pues, la palabra, para que todo lo que se mueva y no, grite mi nombre; tendré las canciones para que todo lo que suene, cante tu dicha y tendré las imágenes para que todas queden estampadas en tu única imagen..
Aprieta el cinturón, recuéstate sobre la butaca que el viaje es bastante largo e intenso hasta la siguiente estación.

Carta de Andrés Caicedo a Patricia Restrepo (1977)

De nuevo te llamo Patricita,mi amor único, mi vida entera, mi redención y mi agonía:

Con el horror y la expectativa de que ésta sea la última carta correspondiente al último día de vivienda juntos, después de que a lo largo de dos años hemos intercambiado, modificado por el gozo o por el sufrimiento nuestras vidas, después de que he llegado a un grado de dependencia de tu cuerpo, de tu alma, que difícilmente podría haber llegado a imaginar en años más tempranos de mi existencia Patricia, te espero; ya hice todas las vueltas correspondientes al día de hoy; con el corazón en vilo me vine hasta acá, corriendo, pendiente de la alternativa de la dicha, el alivio, que hubiera significado verte, mas veo solo tu ausencia, o si no de que ya te hubieras marchado del todo, de que (una vez, una vez más) hubieras empacado libros (hay, tantos que aún no he leído) y equipaje, dejándome, para mi eterna tristeza y vergüenza, la camiseta en cuyo frente está inscrito mi nombre. Mas no lo has hecho; he llamado insistentemente a la casa de Ospina a ver si estás allá; unas veces me ha contestado Eduardo (¿te has negado?), otras veces no me contesta nadie (¿te has negado a contestar el teléfono?); y he llamado también a mi mamá, y ella, como siempre, ha quedado de nuevo preocupada, al sabernos en otro acceso de nuestra continua pugna. Finalmente he recorrido la Sexta de arriba abajo, el centro, y partes de la Quince. Oigo sonido de llaves y creo, faltándome la respiración, que eres tú, mas no, es la bruja de al lado. He pensado, se me ha ocurrido la loca idea de llevarme todo tu equipaje para mi casa (mi mamá dice que nos ha preparado un almuerzo rico), pero pensándolo mejor he creído que eso te ofendería y que entonces mayores serían tus motivos para abandonarme. No lo hagas. He recorrido las líneas de aviación, pero en ninguna están autorizadas para dar nombres de las personas que han reservado pasaje, así que, Patricita, vida mía, ¿dónde estás? Veo que te has llevado la plata que había en el escritorio ¿Qué estás haciendo con ella? ¿Has podido desayunar? ¿Estás comprando pasaje para Bogotá? ¿Estás en Telecom hablando con el hombre a quien aborrezco con toda mi alma? ¿Estás en la imprenta Gutiérrez pagando la deuda de los afiches? Vida mía ¿dónde, dónde estás?

No creas que la satisfacción de haber recibido hoy el primer ejemplar de mi novela pueda compararse a la absoluta infelicidad que siento por el desprecio que has alcanzado a tenerme. “¡Te aborrezco- me has dicho- , no sabes el asco que te tengo!” Mi amor, ¿es eso verdad? Ay, apenas son las once y media y quién sabe que clase de actividad será buena para ti a estas horas. Por favor, ven, ven a verme, aunque sea para decirme que has aceptado la propuesta del hombre que odio, que te vas esta misma tarde a dormir con él y que le vas a decir a tu mamá lo degenerado que soy. Yo estaba dispuesto a dejar de hacer todo lo que te producía sufrimiento, mi amor. Pero tu conducta intransigente, antipática, odiosa, me llevo de nuevo al camino de los tranquilizantes. Si no, ¿cómo hubiera hecho para poder dormir, para poder pensar, para poder alcanzar hasta hoy, el día en que iba a recibir el libro?

Patricita, te lo suplico, por favor, créeme, el acto, los movimientos, los gestos que yo hice con H.A. Tenorio no fueron de homosexualismo, yo no soy homosexual. Fue que se me fue contagiando la locura de él, y lo que hice fue para probarle que yo podía hacer cosas mucho más chifladas, mucho más incoherentes, quería pasmarlo y confundirlo, y de hecho lo logré, y así me sentí bien. De resto no es nada más vida mía, por favor, sácate esa obsesión, esa terquedad de la cabeza, ese empecinamiento que te caracteriza. Patricita, ¿y que si llegaras ahora mismo? Voy a pararme, voy a salir, voy a llamar a la casa de Ospina a ver si estás allá, y después voy a llamar de nuevo a mi mamá. Ojalá que este movimiento que me apresto a hacer produzca otro en dirección contraria protagonizado por tu bella, única personita.

Hice todo, y fue infructuoso. Acaba de llegar una carta de Miguel Marías. Dice que sí (ya) a las críticas de Taxi Driver, Family Plot, y ampliar Alfredo García; la crítica de Spoto se le hizo muy mala. Me he encontrado con Bernardo. Ahora me ha entrado, no sé, cierta apatía, cierta no tanto inexplicable como inmovilizadora tristeza, cauda también de que a lo mejor todas estas líneas sean en vano y que ya mi amor no tenga nadie que lo reciba, y que hojees semejantes palabras y pienses, simplemente, con el desprecio que te caracteriza. “Ja”. De todos modos no lo sé.

He hablado con mi mamá otra vez, y me propuso que me fuera para allá inmediatamente, que allá me consentía. Pero no, voy a quedarme aquí todo el día, esperándote. Me encontré con Hernán N., él iba en jeep y paró y yo le mostré Qué viva la música y se puso, la verdad, bastante contento, y me invitó a que fuera esta tarde a su oficina, para que planeáramos la celebración. Pero yo no quiero hacerlo. Yo solamente querría celebrarlo contigo. Y no haciendo una rumba ni llevándote a comer, sino congraciándonos. Patricita, contentándonos de nuevo. Sería tanta la dicha, sería tanta mi felicidad. No sé, francamente, lo que empezaría a hacer de no estar más a mi lado. Pero no lo vas a estar, lo sé. Qué ironía. Dime, ¿te vas a quedar al menos para la función de esta medianoche? Si llegamos al teatro puedes irte así con algo de plata, y ya tienes la mensualidad de tu mamá asegurada, al menos por un tiempo. Quédate esta noche, por favor. ¿Cómo te vas a ir sin el equipaje?

Dame algo de alegría, porque tú eres mi alegría y yo tengo en estos momentos el corazón en pedazos y ya no sé dónde recogerlos, o no sé qué hacer con ellos. Me deprime también la posición tan inestable mía en este apartamento. Si tú te vas yo me iré, claro, al lado de mi mamá, a intentar crear de nuevo un mecanismo de soledad que sea casi perfecto. Tengo necesidad de ti, amor mío. Puedo acostumbrarme a estar sin ti, pero nunca a olvidarte. Cuánto trasteos, cuántos cambios, cuántos altibajos de estados de ánimo. Ya van a ser la una (o ¿ya son? ¿ Será posible que se haya parado mi reloj? ) Ahora me acabo de cruzar con el León (Cerdo) Corkidi, y no me dijo nada, a pesar de que esta mañana bien temprano le entregué la carta. Mi mamá me dijo (¡ ay, qué lío!) que hoy por la tarde me traían la nevera. Ya no me negué, a mí de todos modos me sirve, en caso (Dios no lo quiera) conozca alguien con la cual merece la pena formar rancho aparte. Creo que no voy a escribir nada más. No tengo otra cosa que decir además de que no me dejes, no me dejes, no me dejes, no me dejes, no me dejes, no me dejes, no me dejes, no te vayas, no te vayas, no te vayas, no te vayas, no te vayas ¿ Será posible que a esta hora estés almorzando en Los Turcos? ¿ En Los Mellizos? Dentro de un momentico voy a ver, mejor dicho ya no sé qué hacer, no tengo ni idea de a dónde puedas estar y eso me mata, me mata la indecisión, la inseguridad, quiero verte, Patricia, entregaría mi vida a cambio del privilegio enloquecedor de abrazarte, de recostar mi cabeza en tu pecho, y abrazarte, encontrar la seguridad en ti. Alto ¿ Será que te has ido para ,el campo? ¿ Para Pance?

Ahora vino H.A Tenorio con la idea de sacar una revista trimestral sobre arte en general y quiere que yo colabore y yo claro que con mucho gusto. Pero antes necesito verte, vida mía, amor mío, mi dulce, mi bella, mi placenteramente insoportable perdición. Aparece, Patricia, ven a mí, vente conmigo nuevamente, aunque sea la última. Yo te necesito, ya te lo he repetido mil veces, no soy nada sin tus besos, no me dejes solo, no me dejes solo, vienen a mi mente miles de canciones cursis, pero ninguna alcanza a expresar mis ansias, mis sentimientos. O déjame, está bien, pero concédeme la tranquilidad de no volver a pensar en ti jamás.

Te adoro, te idolatro, si no puedo vivir sin ti llevaré, supongo, una especie de anti-vida, de vida en reverso, de negativo de la felicidad, una vida con luz negra. Pero brilla el sol, tú puedes estar cerca.Ahora salgo a buscarte, amor mío.