Padre
Llego casi sin versos al poema
Llego sin llegar al poema
Qué insignificante la mediación entre nosotros para poder
sentarnos a conversar, qué cansado me encuentro ahora después de haber librado
una batalla yo vs yo; qué tan tarde me he dado cuenta para explorarte, padre,
veo en ti a veces tanta pena, tanto dolor, tanto remordimiento, tanta fuerza,
tanta perseverancia, quizás a ti te faltó una conversación CON mi abuelo pero
para eso estoy yo, para poder ser mejores y para que cuando quieras también
llorar, sepas que estoy allí.
Qué injusto el tiempo, la vida, el amor
Soy tu sangre y llevo en ti, los deseos, la lucha, el
discurso, el lenguaje, la palabra.
Ahora perdidos entre los años de este triste siglo
Este siglo aberrante, reaccionario, decadente, quizás no
muy diferente a otros
No puedo heredar mejor riqueza que esa
Que la pasión
El dar todo por el todo
Jamás me arrepentiré de eso
Padre, a veces soy débil, nací con ciertos rasgos más
perceptivos al dolor, sufro porque hay un especial gusto en ello, porque la
felicidad me parece que es jodidamente inalcanzable y porque la pena la llevo
sobre los hombros. Mírame, yo sé que en mí, te ves a ti. Hombre de lucha,
dirigiste cientos y ahora me diriges a mí.
Tengo miedo y al mismo tiempo hambre de comerme el mundo,
a veces, no puedo dormir de la cantidad de ideas que tengo, voy caminando y
pienso que las cosas grandes no llegan solas y que hoy es el día de poder dejarse
de huevadas, por eso puedes estar seguro de que hiciste un buen trabajo, como
padre, como amigo, como guía. Te felicito en tu día, papá.
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